Alberto Rodríguez Saá: "La Argentina está mangerizada"

Su tono de voz es inconfundible. Siempre acompañado de su compañera incondicional, Delfina Frers, y con algún detalle que llame aún más la atención. No le importa lo que digan. Se ríe de todo. Se define como un gran soñador y sostiene que su hermano es su “mejor amigo”. Alberto Rodríguez Saá rompe los moldes del político tradicional. Es más, ya ni siquiera se define como político: es artista plástico. El ex gobernador de San Luis, cruzó la frontera de la General Paz y ahora quiere ser Senador por la ciudad de Buenos Aires. Dice tener argumentos que justifiquen su cambio de distrito y que sus aspiraciones lejos están de ser una ambición por “el cargo”. “Me fui de San Luis para que no digan que quiero interferir en el nuevo gobierno”, explica. El Alberto está enamorado y se tiene fe en las elecciones. Dice que Cristina y Clarín siembran el odio, que hay que abrir “la agenda de los argentinos” y que Néstor Kirchner participó de un golpe contra la presidencia de su hermano Adolfo que duró siete días, en medio de la crisis del 2001. No cree ni en Daniel Scioli, ni en Sergio Massa y se anima a plantar un desafio: Que el legislador kirchnerista, Juan Cabandié, tome agua del Riachuelo. El candidato del Frente para la Victoria dijo que en el Riachuelo hay un banco de peces. “Que se bañe ahí”, sentencia el puntano. Sus planes para el Congreso, su definición del peronismo y su particular visión de la actual Argentina, comparando con el sospechoso de ser el asesino de Angeles Rawson.