La Junta había arrancado entre protestas de unos 60 afectados por preferentes, desahucios y también trabajadores de la entidad, convocados por la Asociación de Consumidores y Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) y CGT, respectivamente.
La desesperación a la hora de relatar sus dramas personales ha sido la tónica general y, salvo excepciones, la mayoría de los intervinientes ha guardado compostura y se ha expresado con educación.
Otros, sin embargo, han proferido insultos hacia la mesa presidencial y una persona se ha quedado en ropa interior al grito de "¡Miren cómo me han dejado!".
Un buen número de intervinientes ha denunciado que, a pesar de haber accedido al recinto antes, la mayor parte de butacas del auditorio principal ya se encontraba ocupada, y han acusado al consejo de copar estas plazas con personal propio de Bankia.
Quienes han intervenido ante la junta, la mayoría accionistas minoritarios, lo han hecho a título personal para reclamar abiertamente la devolución de sus inversiones en preferentes o subordinadas y amenazar con querellas o movilizaciones sociales.
Han criticado el proceso de arbitraje planteado por Bankia y han considerado que la comercialización de productos financieros complejos respondía a una "trama criminal cuyo paradigma son las emisiones de preferentes".
Entre las frases proferidas: "Vamos a ser una sombra para ustedes, donde quiera que vayan"; "cuando uno coge una herencia lo hace con todas las consecuencias, lo bueno y lo malo"; "he perdido el dinero para pagar los estudios de mis hijos"; "hablar de balance saneado es una tomadura de pelo"; "el Banco de España, la CNMV, el FROB y el Gobierno nos ha estafado, nos han tratado como tontos y eso nos ofende".
Un excliente de Caja Madrid, que ha viajado hoy desde la capital para asistir a la junta de accionistas, ha denunciado que "no tiene sentido que el domicilio social de Bankia esté en Valencia cuando el mayor número de clientes y los servicios centrales están en Madrid", motivo por el cual ha solicitado el traslado de la entidad.
Una accionista minoritaria ha preguntado a la junta directiva por los litigios que la entidad que dirigen ha perdido como consecuencia de la comercialización de productos financieros complejos y su coste.
Otra mujer ha denunciado haberse sentido "acosada" por "tener la mala suerte de que el vencimiento de un plazo fijo de 9.000 euros coincidió con la salida a bolsa".
"Desde Bancaja me acosaron, es la única vez que me ha pasado, hasta que compré acciones. Ahora tengo catorce euros. Espero que ustedes duerman mal", ha concluido.
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