
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el domingo que la destrucción provocada la semana pasada por un tornado en el poblado de Moore, en Oklahoma, era "difícil de comprender" y prometió entregar ayuda federal a largo plazo en las labores de reconstrucción.
El tornado, clasificado en el grado máximo de una escala hasta cinco usada para medir el poder destructivo de los huracanes, acabó con la vida de 24 personas, incluyendo a siete niños en una escuela que visitó Obama.
El fenómeno natural dejó un corredor de destrucción de 27 kilómetros de largo a través del suburbio de la ciudad de Oklahoma, aplastando cuadras completas de casas, dos escuelas y un hospital.
"Obviamente, el daño aquí es muy difícil de comprender", comentó Obama, de pie sobre un montón de cartones, ladrillos y bloques que solían ser edificios y casas localizadas a un lado de la calle.
Artículos inusuales que sobrevivieron al desastre, como un televisor y un coche rosado para bebés, contrastaban con los escombros dejados por el tornado.
La visita al poblado azotado por el desastre fue una más de una serie de respuestas de Obama en meses recientes a tragedias, incluyendo los atentados bomba en el Maratón de Londres del mes pasado; el tiroteo en una escuela en Newtown, Connecticut, en diciembre; y la destrucción provocada por la enorme tormenta Sandy en la costa de Nueva Jersey en octubre.
"Siempre que llego a un área que ha sido devastada por algún desastre natural como este, quiero asegurarme que todos entiendan que hablo en nombre de todo el país", dijo Obama, acompañado de funcionarios, entre ellos la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin.
"En todas partes, compatriotas estadounidenses están rezando con ustedes, están pensando en ustedes y quieren ayudar. Y yo soy sólo un mensajero aquí para decirles que no están solos", agregó el mandatario.
Automóviles con sus carrocerías abolladas y sus vidrios rotos permanecían bajo los escombros. Sobre el lugar se levantaban al menos tres banderas estadounidenses que fueron amarradas a los escombros y que ondeaban al viento.
Caleb Sloan, de 24 años y que perdió su casa en la tormenta, dijo que las palabras de Obama le dan esperanzas de que llegue ayuda al lugar.
"No tiene más alternativa que cumplir con su palabra. Espero y rezo y creo que mantendrá sus promesas", comentó.
El tornado del 20 de mayo en Moore fue el más poderoso de una serie de 76 huracanes que tocaron tierra en 10 estados entre el 18 y el 20 de mayo, provocando pérdidas aseguradas por entre 2.000 y 5.000 millones de dólares, según la compañía modeladora de desastres Eqecat.
El tornado de Moore, la tormenta de viento más mortal que ha afectado a Estados Unidos en dos años, también dejó a 377 personas heridas.
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