
Javier Fleitas:“ Este es un barrio que cuenta con 35 años de existencia y nunca tuvo un mantenimiento adecuado y en estos momentos la gente se encuentra muy preocupada porque las paredes comienzan a rajarse y hay peligro de que se venga abajo la vivienda. Son 220 en total, que albergan a unas 1.000 personas, entre grandes y chicos, lo que demuestra que su capacidad está sumamente excedida, poniendo de manifiesto que se vive en un estado precario y de hacinamiento, máxime en estos días cuando el calor aprieta mucho más. Es necesario una urgente ampliación de las viviendas porque la población aumenta cada vez más”.En cuanto a la materia laboral, indicó que “hay muchos jóvenes aborígenes que no tienen trabajo, la mayoría estudia y otros tienen becas, pero hace falta una fuente laboral estable porque muchos deben realizar changas para poder subsistir”.
Mercedes Melagrani: Habita en su pequeña vivienda junto a sus 8 hijos, 3 hermanos con 8, 7 y 4 hijos cada uno y 7 mayores en total, uno de los cuales presenta graves problemas de salud mental y debe ser atendido permanentemente.
Mercedes explicó su drama sosteniendo en brazos a uno de sus pequeños y señaló que “este problema lo venimos viviendo desde hace mucho tiempo y también nuestros reclamos en Viviendas, porque tenemos conocimiento que ahora está por salir un lote grande de casas y nosotros estamos inscriptos desde hace tiempo y por eso reclamamos que nos entreguen una vivienda. Así, de esta forma, ya resulta imposible vivir dignamente, como le corresponde a todo ser humano. Acá somos cuatro familias numerosas, con muchos chicos, personas mayores, además las mejoras realizadas a la vivienda en el marco del Plan Mejor Vivir no fueron bien hechas y ahora afloran todos los inconvenientes, porque se tapan las cañerías, no sube agua al tanque, solamente debemos proveernos de una canilla que tenemos en la parte delantera de la casa. Las criaturas corren un severo peligro, al desplazarse en la humedad, de contraer enfermedades graves”.Luis García: “El año pasado realizaron un relevamiento por parte del gobierno para conocer las necesidades del barrio y comenzar las tareas de refacción y ampliación, pero han pasado 11 meses y aún seguimos esperando novedades. Se comenta que primero construirían una cisterna para luego colocar las cloacas y en esa misma situación se encuentran los vecinos de los barrios El Timbó, Camalote, América en el tercer Chilliyi, y ex Cotap en el Asentamiento Lapelole, que en toba significa charco hondo. En la última lluvia importante, donde llovió 160 milimetros, nos inundamos. Rebalsaron los pozos del baño y viviamos prácticamente con el agua dentro de las casas. De todos modos, seguiremos esperando las respuestas del gobierno porque estas viviendas necesitan un mantenimiento urgente para que no se venga abajo todo el barrio”.
Un grupo de integrantes del Plan Trabajar se encontraba limpiando los desagües que estaban cubiertos de deshechos y botellas de plástico que impedían el normal escurrimiento de las aguas. Además se pudo divisar algunos montículos de yuyos que deben ser cortados convenientemente, teniendo en cuenta la prevención contra el dengue.
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